Por Jess Cáceres | Valor Positiu + Coaching
Seguramente conocerás que, para lograr tus objetivos, un buen punto de partida es definirlos con el método SMART, por si no los conoces o bien no lo recuerdas, te cuento;
Consiste en definirlo de manera que sea:
S – Specific (Específico)
M – Measurable (Medible)
A – Attainable (Alcanzable)
R – Relevant (Relevante) (Realista)
T – Timely (Temporal) (Acotado en el tiempo)
En este artículo, puedes ampliar la información del concepto SMART.
Sin duda tener en cuenta estas premisas, cuando los defines, te ayudan, y mucho. Dan forma a tus sueños y los convierte en alcanzables.
“Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos”
Pero, a menudo, pagamos un peaje muy elevado si nuestro objetivo no es ecológico. Y con ello no me refiero, a que esté relacionado con la protección del medioambiente, aunque siempre es un buen punto de partida.
Ecología es la parte de la biología que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con el medio en el que viven.
Así que, para que nuestros objetivos sean ecológicos, deben estar alineados con nuestro entorno (personal, natural, social, laboral…) y que todos los implicados resulten beneficiados.
Actualmente nos bombardean con mensajes tipo “Todo es posible”, “Querer es poder” y nos centramos tanto en luchar por conseguir nuestras metas, que no reflexionamos sobre que pasará cuando lo consigamos.
Pregúntate:
- ¿Qué sucederá si lo logras?
- ¿Cuáles serán las consecuencias de tus éxitos?
- ¿A qué, o a quien deberás renunciar?
- ¿Qué deberás sacrificar?
Así que, te sugiero que pares, medites y si es necesario reformules tus metas y las definas de tal forma que sean beneficiosas para ti, para tu entorno y valores si el sacrificio realmente te compensa.
Y ahora…
- ¿Son ecológicos tus objetivos?
- Pues ¡¡¡¡ A por ellos!!!!